punta alta - dilsa





(...) Amanda, la de la veterinaria, asegura, tras comprarse un camisón veraniego en la tienda, que conoce Albania como la palma de su mano. Tito, el de la ferretería, ya conoce Brasil, Austria, Canadá y Bielorusia. Demás esta decir que ninguna de estas personas fue mas lejos de Tres Arroyos (a 100 km de Punta Alta) en toda su vida.

No todos los casos son tan felices, quizás por esto el que escribe no ha de realizar una experiencia propia. El tano Pascutti hace meses que no sale de su casa. Cayó enfermo por una enfermedad propia de las tierras africanas de Costa de Marfil. Los médicos locales desconocen, por supuesto, el tratamiento adecuado. El negro Garmendia sostiene que no hay nada que ver en el desierto del Sahara, por cierto, antes le decían lechoso.

A pesar de estos incidentes, Dilsa es una tienda que se tiene a bien entre los habitantes de Punta Alta. Sin duda, tener mundo es una cualidad muy buscada y apreciada por la sociedad de hoy. Una cualidad que brinda, entre otras cosas una inexplicable autoridad. Así, es común, que en las discusiones en los bares y en las peluquerías, gané aquel que conozca mas países, o quien haya comprado mas en Dilsa, que es lo mismo.


para leer el texto completo
leyenda en punta alta
las cronicas de fede

1 comentarios:

Anónimo dijo...
on

wow, te acordás del mostrador del medio de Dilsa? yo jugaba ahí mientras mi madre compraba ropa!

el que busca, encuentra